Desde Asia han surgido grandes historias, la de hoy tiene como protagonista a un emprendedor, enamorado de la ingeniería, que tenía un sueño: Sōichirō Honda deseaba llevar su nombre alrededor del mundo y vaya que lo logró.
A través de la fundación de la Honda Motor Co., Ltd. Sōichirō pudo hacer realidad el sueño de ensamblar y construir los más variados motores y mecanismos para hacer de los vehículos aquellas herramientas que las personas disfrutan y utilizan a diario.
Para la firma no ha sido suficiente resolver las necesidades de movilidad, también es esencial el desarrollo de vehículos de alto rendimiento, gran calidad y la mejor seguridad. El desarrollo tecnológico y la innovación han sido, desde sus orígenes, una prioridad de la marca.
Sōichirō Honda nació en un hogar humilde, su madre era tejedora y su padre herrero, este contaba con un pequeño taller en donde además de realizar herrajes reparaba bicicletas. Como era de suponerse Sōichirō tenía a los engranajes, tuercas y tornillos como sus principales juguetes lo que afianzó su amor por la mecánica y los procesos.
En una entrevista sostuvo que los momentos más significativos de su infancia los vivió en este taller, también recordó como experiencias completamente motivadoras al día en que conoció el primer automóvil y la vez que tuvo oportunidad de ir a una muestra de destrezas aéreas. Sin lugar a dudas, estos episodios se marcaron a fuego en el joven Sōichirō que decidió perseguir su sueño de dedicar su vida a la ingeniería de vehículos.
Nuestro protagonista no era un gran adepto a la escuela, ya que aseguraba que si los maestros fueran tan inteligentes, serían todos inventores. Con esta visión cumple con su primera escuela y a la corta edad de 15 años se traslada a Tokio con la idea de aprender todo lo relacionado con las invenciones de la época.
Comienza a trabajar en el taller Art Shokai con un esfuerzo y dedicación que le hicieron ganarse la confianza de sus compañeros y los dueños del emprendimiento. Tanto fue así que a sus 22 años le ofrecieron que abriera una sucursal del negocio en Hamamatsu, la ciudad más cercana de su Tenryū natal.
A sus casi 30 años, desea retomar los estudios en ingeniería y es expulsado tras negarse a rendir exámenes, ya que lo que consideraba valioso de toda escuela eran los conocimientos y no las notas.
Diferentes testimonios han demostrado que las guerras son situaciones límites que como resultado siempre dejan desazón, resentimientos y pérdidas en todos los sentidos, aunque sin dudarlo las humanas son las más irracionales y lamentadas.
Por supuesto, las pérdidas materiales y productivas también son significativas y durante los diferentes conflictos muchos deben poner su vida en un estado similar a la pausa. Esto ocurrió con Sōichirō Honda, ya que tuvo que atravesar en su primer negocio a cargo la guerra sino–japonesa durante 1937 hasta 1945 y la Segunda Guerra Mundial desde 1939 hasta 1945.
En estos tiempos tan difíciles el único ingreso de Honda provino de la venta de aros de pistón que distribuía a Toyota, empresa encargada de cubrir la demanda de camiones para el ejército japonés, la misma que años más tarde se convertiría en su principal competidora en el mercado de automóviles.
Terminados los enfrentamientos bélicos, Honda decide que en lugar de reconstruir el taller que se ha venido deteriorando por años, es hora de apostar por su propia fábrica. Así es que, luego de vender a Toyota lo que quedó de su negocio, decide emprender su propia firma.
La ciudad elegida nuevamente es Hamamatsu, el año: 1946, Honda funda Honda Technical Research Institute o su designación en castellano, Instituto Honda de Investigaciones Técnicas, la primera firma en llevar su nombre. La mirada inicial de verla como un instituto de investigación obedece a la necesidad de estar a la vanguardia de los avances tecnológicos.
Japón demostraría por años estar más que capacitado para brindar una excelencia por demás eficiente en el desarrollo de tecnología avanzada.
En 1948 surge la Honda Motor Company como tal, dedicándose de lleno al diseño y fabricación de una moto que sea el sueño de todo conductor, al año siguiente su primer producto llega al mercado, marcando el inicio de una era de logros.
Honda sabía que para estar en el podio de las marcas debía contar con la tecnología más avanzada y no se conformaba con un mercado interno, por ello buscó perfeccionar cada proceso y mejorar los sistemas. Así es como logró antes que cualquier otra firma desarrollar una moto de 4 tiempos que impulsó a la firma y la hizo conocida a nivel mundial.
Desde entonces, la certeza de tener que ser innovadores se presentó como una filosofía a seguir.
El mundo de los vehículos se abrió para Honda de la mano de las motocicletas, con las que pudo lograr reconocimiento mundial y la inclusión dentro de las grandes competencias. Abastecer de motores y motocicletas a nivel deportivo fue otro hito dentro de la compañía que le sirvió para llegar a los mercados más distantes como el americano.
El impulso desarrollado en las motos le permitió a la compañía desarrollar los motores para otros vehículos, tanto los automovilísticos como los de navegación. En esta búsqueda por conseguir de la tecnología los mejores aportes es que se pudo expandir la investigación hacia otros horizontes como la robótica.
Los automóviles sin necesidad de contar con catalizadores para regular la emisión de gases fue todo un logro que le permitió a la marca ingresar a los más selectos mercados con una distinción de excelencia.
Desde hace décadas el poder de los sueños, lema de la empresa, ha sido dirigido hacia el logro de sistemas de propulsión más eficaces y amigables con el ambiente. Así, no solo se dirigen las investigaciones hacia sistemas más seguros y eficientes, sino que el control de las emisiones externas ha centrado los estudios realizados en Honda.
Esto le ha permitido desarrollar proyectos de gran envergadura en la construcción de vehículos eléctricos, al igual que aquellos diseñados con propulsión a pila de hidrógeno. Esta última la más esperada y revolucionada por tener como emisión, únicamente, vapor de agua al ambiente. Honda es la única fábrica en obtener homologación para fabricar este tipo de dispositivo.
El sueño de Sōichirō Honda fue el de hacerse conocido a través de vehículos innovadores y eficientes, un accidente en primera persona le sirvió para evaluar también las características que hacen a la seguridad como una prioridad. Con esta visión es que se han desarrollado los vehículos Honda a nivel mundial.
De igual manera que un conductor apuesta por un vehículo Honda para hacer realidad su sueño de conducir con la mayor tecnología y seguridad es que debe seleccionar un seguro de automóviles acorde a las circunstancias. Porque no se puede ser tan selectivo y exclusivo en la elección de un auto, si no se está en sintonía con la póliza que lo proteja.
El sueño de expandirse se hace realidad en diferentes puntos del planeta, a nuestro país le llega el turno de pertenecer al selecto grupo de la familia Honda durante el año 1978. La inauguración de esta primera fábrica se realiza con el principio: “Una compañía que vino para quedarse”.
Cuando Honda Motor Co., Ltd. abrió su fábrica en Argentina se convirtió en la primera firma de origen japonés dedicada a realizar motores y vehículos que contaba con presencia propia en nuestro país. Desde sus orígenes la planta desarrolló el ensamblado y distribución de cuatro productos diferentes, las ya consagradas motocicletas, cuatriciclos, elementos de fuerza motriz y automóviles.
Las diferentes crisis han provocado enfrentarse a diferentes escenarios, pero incluso en una economía tan especial como la argentina la marca se mantiene en nuestro país y ha sumado en el pasado 2011 una nueva planta en Campana.
Como toda empresa fruto de un realizador de sueños, Honda es de las compañías que mantienen un espíritu emprendedor, incluso después que sus fundadores no se encuentren en sus filas. El legado que Sōichirō ha dejado a la firma es la búsqueda incansable por la eficiencia, la mejora continua y la innovación, estas características son parte del patrimonio de la firma y nadie podrá arrebatárselo.
Desde Honda se posee una idea acabada de aquello que los clientes precisan para su día a día y no se teme en investigar por años una determinada mejora si esta representa responder a las necesidades de los conductores. El entendimiento que se ha realizado de que el futuro está en motores de energías limpias y alternativas es una muestra del nivel de compromiso que Honda posee hacia los usuarios que la eligen a diario.
Un sueño individual, con esfuerzo y trabajo, se puede compartir a nivel mundial logrando que crezca día a día.